- La Generalitat castiga una vez más al Baix Llobregat, impidiendo que infraestructuras como el Corredor Mediterráneo, la ampliación del aeropuerto o los nuevos accesos al puerto, se puedan llevar a cabo.
- El Baix Llobregat es un territorio generoso e importante para la actividad económica y empresarial de Catalunya, donde se ubican nudos de movilidad, desarrollos ferroviarios, servicios para mercancías y ciudadanos.
- Los servicios que proporcionan el aeropuerto y el puerto en el Baix Llobregat son imprescindibles para la sostenibilidad económica y empresarial del territorio y de Catalunya. El diseño de ampliación del espacio natural protegido del Delta del Llobregat, unido a la modificación del Plan Especial del Parc Agrari presentado por el Govern, supone un grave perjuicio para el territorio del Baix Llobregat y para Catalunya, paraliza las infraestructuras ferroviarias y viarias, así como la ampliación del aeropuerto. La zona ZEPA es una figura especial de protección de las aves incompatible con cualquier actividad económica mínimamente tecnificada debido a las restricciones que impone, sin que estas tengan un impacto necesariamente negativo sobre la conservación ambiental, e implica renunciar a las inversiones en infraestructuras estratégicas y básicas para el desarrollo económico y social.
La ampliación de la zona ZEPA anunciada afecta y paraliza:
- La ampliación del aeropuerto de Barcelona, El Prat, y aún más, impide el desarrollo de la propuesta alternativa de las organizaciones contrarias al mismo, que consistía en una conexión mediante AVE con los aeropuertos de Reus y Girona.
- La conversión del Puerto de Barcelona en nodo del Corredor Mediterráneo, gracias a los nuevos accesos previstos al mismo.
- Las inversiones en conexiones ferroviarias previstas, como la de la nueva línea de Rodalies que uniría Castelldefels y Barcelona, pasando por Cornellà de Llobregat, así como cualquier otra inversión futura en infraestructuras en la misma zona.
En consecuencia, AEBALL, la Asociación Empresarial de L’Hospitalet y el Baix Llobregat, que representa más de 3.700 empresas y 51.000 puestos de trabajo, manifiesta rotundamente su rechazo a la ampliación de la ZEPA en el Delta del Llobregat, por ser incompatible con infraestructuras imprescindibles para el futuro del Baix Llobregat y de Catalunya, y por tanto con el desarrollo de la actividad empresarial, la ocupación, la riqueza y la calidad de vida del territorio.
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